De pequeña apuraba la hora de apagar la luz de la cama por leer una hoja más y mi abuela me llamaba abogada de pleitos pobres. Eso ya auguraba cuál sería mi futuro.
Soy activista por los derechos de las personas LGTBI y lo hago por pasión, por respeto, por convicción. Creo que en la diversidad está la verdadera riqueza del
ser humano y que somos capaces de hacer todo aquello que nos propongamos. Yo me he propuesto hacer de este mundo un lugar mejor para vivir y, al menos, no podrán decir que no lo he intentado.
En la escritura siempre he encontrado eso que me permite ser yo misma, inventar mundos, historias y personajes que tienen vida propia. Publico en varios medios de comunicación y confío en que mis textos romperán las barreras de los estereotipos para poder tener una mente más abierta que nos deje un camino más directo y fácil hacia el respeto.
Publicaciones en La Locomotora Editorial: El Calendario de Ángela, La Fabulosa